Anoche en el campo nevado
quise parar el tiempo, un instante
observar tus ojos en aguacero
de estrellas y amapolas.
Y quisiera parar el tiempo
detenerlo en este invierno,
para ver los surcos de tu piel
fundirse
con el paisaje helado.
En el campo nevado
una blanca mariposa
revolotea, juguetea,
busca incansable
un rayo de sol;
y quisiera parar el tiempo
susurrarle:
-no te vayas, es esta tu casa.