La incertidumbre
se presenta pesada,
compone un muro de barro
hasta el cielo nocturno.
La indecisión
alimenta el miedo,
y como una contradicción,
detiene
mi movimiento, y siento
el rozar del viento.
Allí enloquezco, flaqueo al caminar
me rompe por dentro, y arrasa
mis sueños, mis amores
mis pasiones.
Surge como tormenta violenta
un grito desesperado,
suena como una melodía
de agonía
de lamento.